WALT WHITMAN (“HOJAS DE HIERBA” – CANTO A MÍ MISMO)

 

 

Walt Whitman amó a la gente sencilla y tituló a la obra de toda su vida en el sugestivo Hojas de hierba.  Como la gente humilde, las hojas de hierba son lo más simple y lo más sano entre las cosas vivientes.  Pero Whitman también quería que su libro fuera un documento democrático, y en ese sentido, convenía igualmente el título elegido, pues se trataba de cantar a la hierba común que crece “dondequiera que haya tierra”.

El crítico Juan Eduardo Cirlot habla del sentido figurado del título, expresa que la palabra “hoja” es alegoría de felicidad en el simbolismo chino y cuando aparece en un motivo representa personas, lo cual coincide con el significado d de las hierbas como símbolos de los seres humanos.  Al respecto, la etimología de la voz griega “neophytos” indica que la palabra “hierba” asume el significado simbólico de los seres humanos.  Para Whitman serían seres humanos simples, vulgares, comunes y común de las gentes.

 

Abraham Lincoln había dicho que Dios debía amar a la gente sencilla como a las hojas de hierba, pues de lo contrario, no hubiera creado tantas en el mundo.

Wykes señala que Whitman entonó cantos de amor fraternal, en los cuales fundió, curiosamente, una desbordada sensualidad con una acentuada espiritualidad.

 

GENERALIDADES

 

La costumbre de titular las composiciones poéticas se generaliza a partir del humanismo.  En la poesía de Whitman hay secciones divididas en series de poemas titulados y otras cuyos poemas aparecen numerados.  El título, generalmente reproduce las primeras palabras del primer verso de cada poema.  Así, por ejemplo,  Del océano rodante de la multitud cuyo primer verso dice:

“Del océano rodante de la multitud una gota llegó hasta mí suavemente...”

Otras veces, el título es independiente del contenido del poema y revela, fundamentalmente, una temática o circunstancia epocal o espacial.  Por ejemplo en Francia, Pensamientos, Monumento a Washington.

Los poemas sin título, que utilizan las palabras iniciales del poema, muestran a un poeta que desea alejar todo pensamiento temático.

El título de un poema cumple diversas funciones:

  1. Es una especie de introducción al poema.  Prepara la entrada en el clima, en el mundo especial del texto poético.  Sirve, asimismo para disponer convenientemente, el ánimo del lector.
  2. Hay poemas cuyo título contiene un apóstrofe.  Así por ejemplo, en Whitman:  Para ti, ho Democracia, A un muchacho del oeste, A un desconocido, A ti.
  3. Hay poemas cuyo título relata la situación en el espacio o en el tiempo relata la situación en el espacio o en el tiempo que da origen al poema.  Por ejemplo:  Una vez pasé por una ciudad populosa, Cuadro campestre, Vi en Luisiana crecer una encina.

 

 

LAS FIGURAS RETÓRICAS

 

 

Pierre Guiraud entiende que el estilo es “una manera de expresar el pensamiento por intermedio del lenguaje”.  Es una definición más simple, el estilo (de “stilus”:  punzón que sirve para escribir)  es la “manera de escribir propia de un autor, de un género, de una época.”

En la Antigüedad, el estilo era objeto de un estudio particular:  la retórica, arte de la expresión literaria y norma o instrumento crítico.  En el Romanticismo,  estilo se confunde con retórica.  Aquellos medios de expresión utilizados por el escritor con fines literarios constituyen, pues, el estilo de ese autor.  La retórica es una “Técnica del lenguaje conceptuado como arte”.  El lenguaje que busca representar una realidad va modificándose según el escritor e incluso su estado de ánimo..

De ahí que pueda hablarse de estilo entusiasta, sereno o deprimido.

Las figuras retóricas on recursos estilísticos, procedimientos de lenguaje utilizados por un autor para hacer más expresiva su obra.  Los términos introducidos con el fin de hacer más intensa una forma expresiva dan lugar a una figura.  En Whitman, son frecuentes las figuras patéticas, o sea, aquellas que buscan conmover el ánimo de los oyentes.  Por ejemplo, la exclamación[1]:

¡Pioneros!  ¡Oh, Pioneros!

la interrogación[2]:

¡Oh, noche!  ¿no estoy viendo a mi amor agitarse allá,

            entre las rompientes?

¿Qué es aquel pequeño objeto negro que veo allá;  en lo

blanco?

 

el apóstrofe[3]:

¡Oh, magnífica!  ¡Oh, Maniatan mía, oh sin par!

 

la enumeración:

“El constructor de muelles, puentes, boyas, barreras,

contra el mar...”

 


 

Hay asimismo, varias figuras de dicción, esto es, aquellas basadas en la especial disposición de las palabras.  A título de ejemplo, citamos en primer lugar, una de las más frecuentes:  la anáfora[4]

“Esta es la presión de una mano tímida, esta es la

sensación y el olor de los cabellos.

Este es el contacto de mis labios con los tuyos, este

es el murmullo del anhelo,

Esta es la profundidad remota y la altura que reflejan

mi rostro.

Esta es la fusión deliberada de mí mismo y otra vez

la expansión.”

 

 

LOS PARALELISMOS

 

En los poemas de Whitman son constantes las construcciones anáforicas.  Así por ejemplo, al repetir en el comienzo de cada verso:  “digo...”  Esa forma expresiva, apunta a la utilización de un recurso frecuentemente empleado en la literatura bíblica y, más específicamente, en los salmos.  Nos referimos al uso del paralelismo, consistente en expresar el ritmo lógico del pensamiento mediante la escritura paralela de los miembros.  A una línea o verso se añade, luego, otro que:

  1. puede expresar el mismo pensamiento (paralelismo sinonímico)
  2. puede expresar el pensamiento contrario, opuesto, al primero (paralelismo antitético)
  3. puede expresar el desarrollo del primer pensamiento, completándolo (paralelismo sintético)

En Whitman, aparece el paralelismo sinonímico:

“Sin rubor, el hombre a quien amo conoce y acepta las

delicias de su sexo,

Sin rubor, la mujer a quien amo conoce y acepta las

delicias del suyo”

 

Y pueden hallarse ejemplos de paralelismo sintético en las frecuentes enumeraciones que realiza.  En sus versos, cada línea es una unidad y la segunda línea tiende a balancear y complementar el significado de la primera.

La influencia de la Biblia es marcada en los poemas de Whitman. 

 

LAS IMÁGENES

 

Se ha destacado la función primordial que cumplen las imágenes en la poesía de Whitman.  Dentro de un discurso poético que minimiza las metáforas, el estilo de Whitman se vuelve, reiteradamente, a la construcción de una imaginería vasta, de diversos matices.  Apunta Allen que las imágenes del poeta de Hojas de Hierba, son panorámicas, fluidas, expansivas, y las designa con el nombre de montaje, en el sentido de superposición para producir el efecto completo de una totalidad.

 

Imaginería de diversos matices.  Así por ejemplo, hay imágenes vitales (“vigorosos como corceles...”), plásticas (“la canoa... se desliza sobre el agua negra”), audaces (“pulgar fálico del amor...”).  Warren y Wellek, en su importante estudio de la teoría literaria, explican que:  “l método poético usual de Whitman se podría calificar de despliegue analítico, de desenvolvimiento pormenorizado de ciertas grandes categorías paralelas.  En sus cantos paralelísticos, como Canto de mí mismo, está dominado por el deseo de presentar detalles, individuos y partes como partes de un todo”.  Obsérvese que esta referencia implica el concepto de estructura como totalidad o conjunto de partes que conforman un todo.  Más adelante, abundan “...no es realmente pluralista ni personalista, sino monista panteísta y el efecto global de sus catálogos no es complejidad, sino simplicidadPrimero despliega sus categorías para luego ilustrarlas copiosamente”.  Esto, por supuesto, explica la frecuencia de los paralelismos sintéticos en su poesía.

 

Se ha hecho referencia a lo coloquial y a lo prosaico de la poesía de Whitman, en general, como defecto estilístico.  Sin embargo, en ese sentido, el poeta inaugura una corriente de la poesía norteamericana que ha hecho de lo coloquial, lo vulgar, lo prosaico, sustancia poética, transformando esa materia en discurso poético

 

INFLUENCIA DE WALT WHITMAN EN LA POESÍA CONTEMPORÁNEA

 

Bernard Deklé observa que la poesía de Whitman pertenece, por su forma y espíritu, en mayor medida, al siglo XX antes que al siglo XIX.

Ciertamente, si bien su poesía liberó al género de las dependencias estilísticas inglesas y de la tendencia imitativa, iniciando la auténtica poesía nacional estadounidense, lejos de detenerse, su influencia fue abriendo cauces en los poetas que le sucedieron y esto ocurrió no solo en el ámbito continental (Ruben Daría, Neruda, Borges) sino también, en mayor escala, fue universalmente reconocido como uno de los hitos principales poesía contemporánea.  Aun cuando Ezra Pound y T.S. Eliot, ambos poetas y críticos de rigurosa formación intelectual, subestimaron la forma y la elaboración poéticas de Whitman, es preciso recordar, para comprender mejor esta posición, que el autor de Hojas... rechazó las posturas intelectualistas y los enfoques excesivamente “literarios”.  No dejó de reconocer tampoco que su libro era acaso un “experimento con el idioma inglés” y no se le escapaban algunas deficiencias técnicas o lingüísticas que aparecían en sus versos.  Whitman todo lo justificaba en su verdadera finalidad:  convertirse en el bardo que cantara la epopeya de América, de la Democracia, la gesta de los hombres y mujeres vivientes entregados a la vida, al trabajo, al amor, en la “Madre de todos”, como solía referirse a los EE.UU.  Si bien no existía marcado desprecio hacia las teorías, Whitman consideraba de mayor importancia que su poesía fuera vital, dinámica, natural, espontánea, libre y rotunda.  No busca la aprobación de las escuelas, ni el beneplácito de los críticos:

“... he estado más deseoso de sugerir los cantos

del esfuerzo vital y de la evolución viril y de

contribuir con algo a las carreras de los atletas,

que de hacer versos perfecto o de reinar en los

salones...”

(Prefacio de la edición de 1872)

 

[1] Exclamación:  figura retórica patética que expresa un vivo afecto o arrebato anímico, mediante una frase emocionada.

[2] Pregunta retórica:  figura patética en la que una pregunta no espera respuesta sino que afirma con mayor énfasis lo que se desea expresar.

[3] Apóstrofe:  figura patética en la que se dirige la palabra a otros objetos, tanto seres vivos como ideas abstractas.  Cuando se dirige a un ser inanimado o abstracto, el apóstrofe presupone una personificación.

[4] Anáfora:  figura retórica de construcción, que consiste en la repetición de una o varias palabras al principio de frases análogas o al comienzo de cada verso, en los poemas.