Titán

Los titanes estaban relacionados con diversos conceptos primordiales, algunos de los cuales simplemente se extrapolaban de sus nombres: el océano y la fructífera tierra, el Sol y la Luna, la memoria y la ley natural. Los doce titanes de la primera generación fueron liderados por el más joven, Crono, quien derrocó a su padre Urano (‘Cielo’) a instancia de su madre, Gea (‘Tierra’).

Los titanes precedieron a los doce dioses olímpicos, quienes, guiados por Zeus, terminaron derrocándolos en la titanomaquia (‘guerra de los titanes’). La mayoría de ellos fueron entonces encarcelados en el Tártaro, la región más profunda del inframundo.

En la Teogonía de Hesíodo son el grupo de hijos menores de Urano y Gea.  Temeroso de que pudieran destronarle, Urano mantenía a todos sus hijos atrapados en el Tártaro. Como castigo, Gea envió a su hijo Crono, el menor de ellos, a atacar a su padre. Lo castró con una hoz adamantina y liberó así al resto de las entrañas de la Tierra, proclamándose rey de los titanes junto a su hermana Rea como esposa y reina.

Ambos engendraron una nueva generación de dioses, pero Crono, temiendo también que algún día lo derrocasen como él había hecho, se los tragaba enteros nada más nacer. Resentida por ello, Rea logró esconder a su sexto y último hijo, Zeus, entregándole en su lugar a Crono una roca envuelta en pañales que tragó confiado. El pequeño fue enviado a Creta, protegido por los guerreros Curetes y amamantado por la cabra Amaltea.

Cuando Zeus llegó a la edad adulta sometió a Crono por la astucia más que por la fuerza, dándole a beber un emético preparado con la ayuda de su abuela Gea que le hizo vomitar a sus hermanos. Comenzó entonces una guerra entre los dioses más jóvenes y los mayores, en la que Zeus fue auxiliado por los Hecatónquiros, los Gigantes y los Cíclopes, quienes una vez más habían sido liberados tras su nuevo encarcelamiento por Crono. Zeus venció tras una larga batalla y encerró a los Titanes que se le habían enfrentado en el Tártaro.