El texto a analizar es el “Romance del enamorado y la muerte”

-Trabajo realizado por la alumna Verónica Gutiérrez, 4to año, 2014-

 

Sabemos que es un romance porque cuenta en versos, o sea pertenece al género épico-lírico, por ende este tiene un  yo lírico, poeta  y diálogo.

Como una de las tantas características de los romances comienza abruptamente, no sabemos  ni tiempo,  ni espacio del personaje, simplemente empieza contando.

Comienza  el  yo lírico: “…del alma mía…”, nos da la información necesaria para saber que el personaje habla de él mismo.

Este comienza utilizando como recurso la aliteración, que es la repetición de sonidos, en este caso  “s”: “…sueño… soñaba… soñito…”, esto fue utilizado para transportarnos a una atmósfera de sueño y tranquilidad.

También usa el diminutivo, que demuestra cariño “…soñito del alma mía...”, también el posesivo  “mía” nos afirma que es de cariño porque sueña con su amada.

El yo lírico usa la redundancia, que es decir palabras innecesarias para reafirmar lo que se intenta decir  “Vi entrar señora tan blanca, muy más que la nieve fría”, es utilizado para enfatizar la blancura y el frío, ya que en aquella época la muerte era representada con el color blanco, aunque tenemos que tener presente que el personaje todavía no sabe quién es y piensa que es su amada.

A continuación se introduce un diálogo, hablan directamente los personajes, entre el enamorado y la muerte “ - ¿Por dónde has entrado amor?”, nos damos cuenta por el guion antes del verso.  En este diálogo puede verse que se utiliza como recurso la personificación, que consiste en atribuir cualidades humanas a seres inanimadas “- No soy el amor amante / la muerte que dios te envía”, en este caso  fue utilizado para mostrar la muerte con forma física de mujer (la enamorada) y también la misma haba en el diálogo con el enamorado.

Se presentan signos de exclamación para dar énfasis al mensaje, en este caso es para explicar que el enamorado le ruega a la muerte que le deje vivir un día “Ay, muerte tan rigurosa déjame vivir un día!”   Lo  cual nos permite ver la frialdad y rigurosidad de la muerte, sometiendo al enamorado a una hora de vida.

Aquí es cuando comienza el poeta, nos damos cuenta porque los verbos están en 3era persona del singular “…se calzaba…”, y como comienzo  utiliza como recurso la anáfora, que es la repetición de una o más palabras al comienzo de un verso o enunciados sucesivos: “muy deprisa… más deprisa”, es utilizado para reafirmar que el enamorado está muy apurado, tiene urgencia.  También nos muestra la urgencia que tiene, cuando enumera las acciones “calzaba, vestía” porque se calza antes de vestirse, seguramente porque está aturdido por lo sucedido inesperadamente y lo que pretende es apurarse.

Otra vez, se introduce un diálogo, hablan directamente los personajes, en este caso, dialogan el enamorado y la joven: “- Ábreme la puerta…”, aquí aparece la anáfora, como ya dijimos, es la repetición de una o más palabras, lo que reafirma la necesidad de ver a su amada ya que le queda una hora de vida, idea que se refuerza con los signos de exclamación, que dan énfasis  al apuro.

En el  diálogo se dirige a su enamorada como “blanca”,  y como ya se dijo, el blanco simboliza la pureza.

A continuación, y a través del diálogo, se nos da información de que el amor de ambos es prohibido, seguramente por sus clases sociales, también seguramente la joven sea de clase social más alta que el enamorado: “Mi padre no fue al palacio, mi madre no está dormida”.

El enamorado muestra que antes de morir quiere estar con su amada, por el amor gigante que le tiene cuando dice “junto a ti vida sería”.

También se presenta como recurso la metáfora, una palabra toma el sentido de otra, se utiliza con significado distinto al usual;  consiste en identificar un término real con uno imaginario entre los cuales existe una relación de semejanza o analogía, “te echaré cordón de seda”, lo que representa la fragilidad de la vida.

En el diálogo se utiliza la hipérbole, es la exageración de la realidad para darle énfasis al mensaje, puede darse para agrandar o empequeñecer  la realidad “Y si el cordón no alcanzare, mis trenzas añadiría”, podemos observar el amor que le tiene, que daría todo de sí por ayudar al enamorado.

Se presenta la metáfora, como ya dijimos, una palabra toma el sentido de otra: “la fina seda se rompe”,  esto representa  la fragilidad de la vida, ya que el cordón era simbólico y la vida como ya dijimos, al romperse, la vida se termina, o sea te da la información de que el enamorado muere.

Al final se presenta nuevamente a  la muerte personificada, porque habla directamente: “- Vamos el enamorado, que la hora está cumplida”