Generalidades de los Salmos

EL  SALTERIO

En hebreo: séfer tehilim (libro de cantos) o simplemente tehilím (cantos).  A esta designación hebrea corresponde la que se les da en el griego del Nuevo Testamento: bíblos psalmón y el título psálmoi  con que se designa a este libro en muchos manuscritos de la Biblia griega.  De aquí proviene nuestra palabra Salmos.  Algunos otros manuscritos griegos de la Biblia titulan esta colección con la palabra psaltérion, que quiere decir dos cosas: 1ero colección de cantos;  2do es el nombre de un instrumento musical de cuerdas.  De aquí el nombre castellano salterio.

Algunos otros manuscritos griegos de la Biblia titulan esta colección con la palabra "psaltérion" que quiere decir: primero colección de cantos, segundo es el nombre de un instrumento musical de cuerdas (salterio).

De modo que un salterio es un libro de Salmos, composiciones líricas musicales sagradas de alabanza a Dios.

El libro bíblico llamado Salterio contiene 150 salmos.  Y aunque nos limitaremos a hablar de ellos, conviene recordar que también en otros libros bíblicos se encuentran salmos. 

Se observará que en las traducciones castellanas del Salterio, muchos salmos tienen una numeración doble.  Esto se debe a que la Biblia hebrea difiera de la Biblia griega en la numeración de cuatro salmos.  Lo que en el texto hebreo son los salmos 9 y 10, en la Biblia griega los presenta juntos como uno solo bajo el número 9.  Y lo mismo sucede con los salmos 114 y 115 del texto hebreo, que se juntan en la griega bajo el número 114.

Los salmos deben interpretarse como lo exige el género al que pertenecen: siendo canciones, exigen que de alguna manera sean leídos y sentidos con el color afectivo del canto.

Los salmos muestran no sólo su verdad teológica, sino sobre todo su verdad poética: lo que dice directamente al alma de creyente, a través de la comunicación intuitiva directa, por simpatía y connaturalidad.

(Extraído de “Los Salmos” Horacio Bojorge)