Extracto de “romanticismo”
La
revolución romántica es una nueva visión de la realidad que trae un nuevo
planteamiento del proceso creador: la ruptura de la teoría de la imitación es
sustituida por la fuerza creadora del yo, la imaginación. El
artista se convierte en un “pequeño dios” capaz de penetrar en el misterio, en
lo más oculto de la realidad: no la describe sino que la crea de nuevo en un
acto similar a la creación divina.
La
rebeldía del Sturm und Drang (movimiento pre-romántico) no estuvo exclusivamente
orientada hacia la demolición del racionalismo en el arte. El movimiento
sostuvo la posición rebelde en varios órdenes: protestó contra el despotismo
político, exaltó la libertad en todas sus formas, buscó quebrar los moldes
estrictos de la Ilustración. Desplazado el conocimiento positivo, científico y
racional, lo sustituye por la intuición y la visión metafísica.
La
reacción anti-racionalista se transforma entonces en distintas formas de
irracionalismo: el conocimiento por los sentidos, la idealización cósmica, la
apertura hacia una más estrecha relación entre el hombre la naturaleza como
medio de acceder a los misterios de la divinidad. El irracionalismo se une
indefectiblemente al Romanticismo que lo encauza mediante el sueño y la
imaginación, la fábula fantástica y lo maravilloso
Aporta
el concepto de libertad en el arte, se rechazan las normas de clasicismo
anterior.
El
lenguaje se hace más flexible, mezcla prosa y verso, además introduce novedades
en las estrofas y la métrica.
Frente a
la razón oponen la intuición y la imaginación.
El
artista romántico se acerca a lo fantástico, al mundo de los sueños, la noche es
su compañera, a lo satánico.
Sus
temas preferidos son el amor y la muerte unidos íntimamente.
Exageró
los sentimientos de dolor, la poesía de los románticos fue triste, lo que tenía
generalmente una causa: el amor, que era puro, idealizado.
Los
románticos se complacían en la pintura de personajes inadaptados para la vida
social: piratas, bandidos, mujeres de vida reprobable. Los inadaptados están
pintados con simpatía.
La vida
interior de los románticos era demasiado interna, lo que los llevaba a chocar
con el mundo. Los románticos diferían de los clásicos en un concepto distinto
sobre la superioridad humana: hombres superiores para los románticos son los que
se aíslan, y para los clásicos, son los que amoldan a sus semejantes.
Amaban
la naturaleza y hasta amaban las ruinas, especialmente las poéticas y nocturnas,
porque eran la revancha de la naturaleza sobre la obra del hombre. Este amor al
estado de la naturaleza les venía de un escritor que no era romántico
típico: Rousseau.
Los
románticos descuidaban la forma literaria, la belleza radicaba para ellos en el
fondo, en la expresión de las ideas y los sentimientos siempre dolorosos. En
cambio los clásicos querían el equilibrio de las dos bellezas: la de la forma y
la del fondo.