GÉNERO NARRATIVO

CONSIDERACIONES IMPORTANTES

                

La narrativa, entendida como la atención que el escritor presta a lo que ocurre fuera de él para intentar transmitirlo de la manera más objetiva posible, con más o menos imparcialidad, es uno de los géneros literarios, junto a la lírica, la dramática y el ensayo, que conforman cada uno de los distintos grupos en que pueden ser clasificadas las obras literarias atendiendo a determinadas características comunes.

La narrativa suele presentarse en prosa (salvo casos como los romances o los cantares de gesta, escritos en verso).

Subgéneros narrativos en prosa

Los más importantes son:

  1. El cuento: suele ser un relato breve, con pocos personajes, una única trama y una complejidad menor que en la novela. No podemos establecer los límites exactos del cuento. Cuando hablamos de brevedad, nos referimos a que su extensión es menor que la de una novela.
  2. La novela: suele tener una extensión y complejidad mayores que el cuento. Se caracteriza por la libertad: este subgénero no tiene límites y puede contener desde diálogos con clara intención dramática o teatral hasta fragmentos líricos o descriptivos. Los subgéneros novelescos son numerosísimos: novela histórica, de aventuras, rosa, policíaca, de acción, negra, psicológica, de caballerías, de amor, de tesis, social... La única condición es que esté escrita en prosa y que en ella intervengan unos personajes sobre los que se nos diga algo.

EL TEXTO Y SUS RELACIONES

Iniciamos estas consideraciones con un esquema que plantea las relaciones que el texto establece con diferentes aspectos exteriores a él.

Partiendo de este esquema podemos establecer distintas posturas críticas y el énfasis que cada una de ellas pone en los elementos representados en él:

EL TÍTULO

Este constituye uno de los paratextos más importantes, pues es el umbral del texto y funciona a veces como un inductor de lectura, guiando esta en forma más o menos acertada. Al respecto Eco, U. (1984:10) señala que:

.un título ya es una clave interpretativa (...) los títulos que más respetan al lector son aquellos que se reducen al nombre del héroe epónimo (...); pero sin embargo otros títulos como .Le pére Goriot. centra la atención del lector en la figura del viejo padre mientras que la novela también es la epopeya de Rastignac o de Vautrin (...) quizás habría que ser honestamente deshonestos, como Dumas porque es evidente que .Los tres mosqueteros. es, de hecho, la historia del cuarto..

Los títulos suelen clasificarse de la siguiente manera, aunque es necesario tener presente que los títulos no suelen pertenecer a una sola categoría sino que habitualmente se inscriben en más de una.

Epónimos: Son aquellos que presentan la titularidad del personaje, como por ejemplo, .Rodríguez. de Francisco Espínola.

Emblemáticos: Plantean el tema del texto o aluden al argumento general. Un caso es .La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada. de Gabriel García Márquez.

Simbólicos: En ellos aparecen elementos simbólicos o metafóricos reiterados en la obra, como puede verse en .Final de Juego. de Julio Cortázar.

FOCALIZACIÓN O PUNTO DE VISTA

Este concepto recibe diferentes denominaciones según distintos autores; es así que mientras Tzvetan Todorov (1975; 1982) habla de punto de vista o visión, Gérard Genette (1989) utiliza el término focalización. A su vez, Todorov ubica el punto de vista en los aspectos del relato y Genette en el modo. Por su parte, Oscar Tacca (1985) introduce el tema del conocimiento o ciencia que posee el narrador.

En Las voces de la novela Oscar Tacca (1985:69) plantea que:

...El narrador es, pues, una abstracción: su entidad se sitúa no en el plano del enunciado, sino en el de la enunciación (...) El narrador debe saber para contar (...) así como existe una libre elección sobre cómo contar, existe una obligada decisión previa sobre cómo saber (...) de cómo sabe el narrador nace el punto de vista, la visión que el mismo adopte. La visión del narrador determina, pues, la perspectiva de la novela..

Tacca agrega que esta perspectiva "debe traducir siempre la relación entre narrador y personaje (o personajes) desde el punto de vista del conocimiento o información..."

 Es de acuerdo a esta relación que Tacca realiza una triple clasificación, que ejemplificaremos:

Omnisciente: el narrador sabe más que los personajes.
Presentamos este fragmento de Teru-tero de Javier de Viana, (1999: 9), en donde el narrador conoce hasta los más íntimos pensamientos del personaje.

"Camila mostraba gran preferencia por un mocetón del pago, un gauchito aindiado, trigueño y jaranista, célebre por sus fuerzas y sus proezas como domador de afición. Con frecuencia iba a la estancia del Río Negro y sus relaciones con Camila aumentaban rápidamente. Eran dos caracteres semejantes y se entendían a las mil maravillas. Muchas veces, paseando por el patio, él, .que ardía en deseos, y con la boca seca y el espíritu embotado no encontraba frases que dirigir a su prenda-, llamaba a Teru-tero y se ensañaba con éste, inventando diabólicas travesuras, que la china festejaba con grandes risotadas..."

Equisciente: el narrador sabe lo mismo que sus personajes. Este fragmento de Muebles El Canario de Felisberto Hernández (1999:23), ejemplifica cómo el narrador interior, y por lo tanto personaje del relato, conoce sobre sí mismo pero no sobre los demás.

"Pero no sólo no comprendí lo que pasaba sino que me asusté. En ese instante ocurrieron muchas cosas. La primera fue que aun cuando ese señor no había terminado de pedirme permiso, y mientras yo le contestaba, él ya me frotaba el brazo desnudo con algo frío que no sé por qué creí que fuera saliva. Y cuando yo había terminado de decir .es de usted. ya sentí un pinchazo y vi una jeringa grande con letra..."

Deficiente o infrasciente: el narrador sabe menos que sus personajes. El narrador en este fragmento de A la deriva de Horacio Quiroga (1999:8) posee un conocimiento tan escaso de los hechos que ignora los motivos del silencio de Alves.

"-¡Alves! -gritó con cuanta fuerza pudo; y prestó oído en vano.

-¡Compadre Alves! ¡No me niegue este favor! -clamó de nuevo,
alzando la cabeza del suelo. En el silencio de la selva no se oyó rumor. El hombre tuvo aún valor para llegar hasta la canoa, y la corriente, cogiéndola de nuevo, lo llevó velozmente a la deriva..."

En ¿Qué es el estructuralismo? Todorov (1975:51) señala:

...la tercera gran categoría que permita caracterizar el paso del discurso a la ficción, es la de la visión: los hechos que componen el universo ficticio nunca nos son presentados en sí mismos sino de acuerdo con una cierta óptica, a partir de un cierto punto de vista. Este vocabulario visual es metafórico, o más bien sinecdóquico: la visión reemplaza aquí a toda la percepción..

En Las categorías del relato literario (1982:177), este autor indica:

"Es a los diferentes tipos de percepción recognoscibles en el relato que nos referimos con el término aspectos del relato (tomando esta palabra en una acepción próxima a su sentido etimológico, es decir, .mirada.)..."

Así Todorov distingue:

Narrador > personaje (la visión "por detrás"): El narrador sabe más que los personajes; es el más característico de los relatos clásicos.

Narrador = personaje (la visión "con"): El narrador conoce lo mismo que sus personajes y por lo tanto, no puede brindarnos ninguna explicación de los hechos hasta tanto los personajes no los conozcan totalmente. Es el más característico del relato moderno.

Narrador < personaje (la visión "desde afuera"): El narrador sabe menos que los personajes.