ROMANTICISMO

 

            

APROXIMACIÓN AL CONCEPTO

 

Movimiento cultural que surge a fines del XVIII en Alemania;  desde allí se difunde, a principios del XIX, por el resto de los países de Europa;  pero hayque tener en cuenta que los primeros síntomas de la sensibilidad romántica habían aparecido ya a mediados del XVIII en Inglaterra.

 

Como ha señalado M. Peckham, el rasgo esencial del Romanticismo es la sustitución de la filosofía del ser por la del devenir:  el mundo deja de verse como un todo perfecto, estático y se concibe como un mecanismo dinámico.  Esta nueva visión de la realidad trae consigo un nuevo planteamiento del proceso creador;  la gran revolución romántica es la ruptura de la teoría de la imitación.  Frente a ésta oponen la fuerza creadora del yo del artista, que se convierte en un pequeño dios capaz de penetrar en el misterio, en lo más oculto de la realidad:   no la describe sino que la crea de nuevo en un acto similar a la creación divina.  Este individualismo feroz en el proceso de creación pide a gritos libertad;  se rechazan las normas del clasicismo anterior (la Literatura rompe con los preceptos aristotélicos en especial con la regla de las tres unidades).  El lenguaje se hace más flexible, musical, mezcla la prosa y el verso, y nace el poema en prosa;  además introducen novedades en las estrofas y los metros.

 

Frente a la razón oponen la intuición, y la imaginación cobra especial relevancia.  Este irracionalismo hace que se valore el mundo de los sueños.  El escritor romántico se acerca al cosmos de ultratumba, a lo fantástico, a lo satánico:  la noche es su compañera.  Huye del cosmos que le rodea y se refugia en el pasado, en la Edad Media con sus castillos, con sus templos góticos;  los patios solitarios son el escenario de muchas de sus obras;  otras veces se siente atraído por la realidad oriental.

 

Sus temas preferidos son:  el amor y la muerte unidos íntimamente, la historia pasada, y la religión, junto a la naturaleza como organismo vivo capaz de impresionarnos su fuerza (el mar, la tormenta, o los lugares recónditos y solitarios en los que el personaje se enfrenta en solitario consigo mismo y sus dudas).

 

Se trata de una nueva estética que derriba los modelos que venían desde el Renacimiento y que tenían su origen en Platón y Aristóteles.  La mentalidad romántica es ambivalente;  en su seno bullen contradicciones que atormentan al alma:  la exaltación religiosa alterna con la negación de toda creencia, el cosmopolitismo con el nacionalismo, incluso el regionalismo y localismo;  el optimismo con el pesimismo y la insatisfacción;  la huida hacia el pasado con los deseos de aproximarse a orbes desconocidos como el oriental.

 

El Romanticismo de cada país se diferencia del resto por los factores políticos y pos sus tradiciones literarias.  El alemán es el más radical y profundo:  en él la teorización alcanza gran desarrollo, empapa todas sus manifestaciones humanas.  El francés, en un principio “conservador” y “reaccionario”, a partir de 1830 con Víctor Hugo, se hace equivalente del Liberalismo.  La batalla contra el Clasicismo es mucho más fuerte en Francia que en ningún otro país;  el teatro se convierte en el caballo de combate.  El prefacio de Cromwell, de Víctor Hugo, es toda una declaración de principios y se puede considerar el primer manifiesto romántico.  Víctor Hugo es el defensor del nuevo movimiento.

  

En Inglaterra el romanticismo es más espontáneo, no en balde cuenta con una tradición:  Shakespeare, Milton, Young; Maacpherson.  Su figura clave es Byron.

 

A España el Romanticismo llega tarde debido a la guerra de la Independencia.  Penetra por Cataluña con la revista El Europeo, que es su foco de difusión;  se exaltan las figuras de Chateaubriand y Walter Scott.  El otro gran foco de divulgación es Andalucía –en concreto Cádiz- pues allí estaban intelectuales que se habían reunido alrededor de las Cortes en 1812;  su ídolos son Víctor Hugo, Byron y Dumas.

El Romanticismo prende pronto en España pues la tradición medieval no se había roto;  prueba de ello es la pervivencia de los romances.  España es considerada por los románticos europeos como país romántico, su literatura es fuente de inspiración (novela morisca, el teatro de Lope y Calderón, el personaje de Don Quijote).  Y lo más importante de todo, las innovaciones que ya estaban en el teatro y el escaso desarrollo y asentamiento que había tenido el Neoclasicismo.

Uno de los grandes nombres del Romanticismo español:  Larra, prototipo del hombre romántico, pesimista e irónico, comprometido con su época, preocupado por la patria, escéptico ante la realidad que le rodea, nos dice que el Romanticismo es un grito de libertad política y literaria:

 

            “Libertad en la literatura, como en las artes, como en la industria, como en el      comercio, como en la convivencia.  He aquí la divisa de la época.”

 

Larra:  “La Literatura”

 

ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL ROMANTICISMO

 

El romanticismo es en sus orígenes, un movimiento de los pueblos germano y británico, el cual pasa luego a otros países hasta hacerse casi universal.

 

En Alemania esta escuela empieza sin tener una significación muy clara:  se señala por un ideal patriótico, por una tendencia nacionalista, por un deseo de reencontrar ese país su antiguo esplendor medieval.  La humillación germánica durante las guerras de Napoleón se canaliza en un odio a lo francés y en un deseo de revancha;  por lo menos en el plano espiritual.

 

Klopstock, aún cuando clásico por la forma, ya ostenta algunos tintes románticos;  sin embargo, es más bien en Lessing en donde se observa la transición entre las dos escuelas, con los ataques de este autor al clasicismo, con su entusiasmo por Shakespeare, y con su vuelta a la Edad Media.

 

Pero a mediados del siglo XVIII se forman en Alemania dos movimientos:  el “HAIN” y el “STURM UND DRANG”.

 

El HAIN es una corriente de carácter subjetivo, pero en donde se manifiestan sentimientos serenos, llenos de melancólico pesimismo.

 

El STURM UND DRANG resulta, también, un movimiento de expresión subjetiva, pero que se caracteriza en oposición con el “hain”, por expresar pasiones violentas, por una mayor vibración de la melancolía.

 

En Gran Bretaña, el romanticismo comienza a aparecer como una vuelta al lirismo y a la emoción, también en la segunda mitad del siglo XVIII.  Pero sobre todo nace como una reacción del “hombre sensible” contra el llamado “hombre de salón”.  La etapa de transición o lo que podríamos llamar el pre-romanticismo, nos retrotrae a Macperson, el inventor de Ossián, a través de poemas como “Fingal”; y a Richardson con su novela “Pamela” de forma epistolar.

 

Pero el verdadero romanticismo inglés se desarrolla con los poetas de la escuela “Lakista”, con el novelista Walter Scott y con Byron, Shelley y Keats.

 

La escuela lakista se forma con los poetas que se inspiran en los lagos de Escocia y que viven cerca de ellos.  Esa poesía es contemplativa, serena, llena de vaguedad y de ensueño.  Entre los lakistas debemos citar a Guillermo Wordsworth.

 

En Francia, el romanticismo, tiene antecedentes en la llamada “corriente de los corazones sensibles”, formada especialmente por mujeres, en cuya correspondencia epistolar ya se notan características de sensibilidad, dulzura, emoción, así como la expresión de la angustia y la soledad.  También hay emoción en Rousseau, aunque no pueda hablarse aún de romanticismo.

 

Los precursores de esta escuela en Francia fueron: Chateubriand, cuya obra es toda de inspiración sentimental;  pinta afectos humanos, y expresa su nostalgia por tiempos pasados, que considera más hermosos;   así como también pinta la naturaleza y la vida salvaje.

Ana Luisa Germana Necker (Madame Staël), es otra figura importante de los albores del romanticismo francés.

Luego aparecen los verdaderos maestros del romanticismo francés:  Victor Hugo, Lamartine, Vigny.

 

CARACTERES DEL ROMANTICISMO

 

 

  1. Aportó el concepto de libertad en el arte, es decir, hizo la guerra a la unidades clásicas, que traban la libre inspiración creadora.

 

  1. Reivindicó la individualidad al provocar el despertar de una poesía lírica, subjetiva;  la visión de las cosas exteriores está pasada por los velos del “YO” y el arte se hace introspección y confesión.

 

  1. Exageró los sentimientos de dolor;  la poesía de los románticos fue triste y sus tristezas tenían en general, una causa primordial:  el amor.  Por los versos de estos autores pasa casi siempre un soplo de mal de ausencia (olvido o muerte de la persona amada).    El concepto que se tenía del amor era puro, casto, idealizado.

  

  1. Predominó la imaginación sobre la razón:  en cambio, la literatura del siglo XVIII era eminentemente racionalista, lo cual la hacía demasiado fría, sin alma;  por eso a la poesía anterior a la Revolución Francesa se la llamó “poesía sin poesía”.

 

  1. El romanticismo buscó también, los temas y ambientes exóticos:  su exotismo se dirigió hacia la pintura de mundos lejanos en el espacio y en el tiempo.

 

  1. El romanticismo idealizó la Edad Media y reivindicó lo caballeresco cristiano por oposición a lo grecolatino, aunque esta cultura no fue nunca menospreciada.  La “balada” y el “romance”, volvieron a tener vigencia en la poesía.

 

  1. Los románticos se complacían en la pintura de personajes inadaptados para la vida social, que tenían algún resentimiento con el resto de la humanidad:  piratas, bandidos, mujeres de vida reprobable.  Los inadaptados están pintados con simpatía por los autores.  La vida interior de los románticos era demasiado interna;  esto los llevaba a chocar con el mundo, frente al cual no encontraban sino dos posibilidades:  eludir el choque (los suicidas) o aceptar el choque (los solitarios), que están en guerra con la sociedad.  Los románticos diferían de los clásicos, en un concepto distinto sobre la superioridad humana:  hombres superiores son, para los románticos, los que se aislan.  Y para los clásicos, los que se amoldan a sus semejantes.

 

  1. Amaban la naturaleza y hasta amaban las ruinas, especialmente las poéticas y nocturnas, porque eran la revancha de la naturaleza sobre la obra del hombre.  Este  amor al estado de la naturaleza les venía de un escritor que no era romántico típico:   Rousseau.
  2. Los románticos descuidaban la forma literaria: la belleza radicaba para ellos, en el fondo, en la expresión de las ideas y los sentimientos, siempre dolorosos.  En cambio, los viejos clásicos - los griegos - querían el equilibrio de las dos bellezas: la de la forma y la del fondo.
  3. En Frnacia se dio la llamada "batalla romántica", reacción contra el neo-clasicismo.  Los clásicos iban al teatro a silbar las piezas románticas y a aplaudir las de ellos.  Los románticos se daban cita para hacer lo contrario con sus adversarios.  A cada instante se suscitaba una discusión que interrumpía la acción dramática.  Al final, unos y otros, parados sobre las butacas o asomados en los palcos, desarrollaban sus teorías sobre el arte clásico y romántico.  La batalla romántica sólo ocurrió en Francia debido a la existencia, en ese país, de una grandiosa tradición del teatro neoclásico, en Alemania, Inglaterra y España, el romanticismo entró mucho más fácilmente.

 

EL ROMANTICISMO – UN CONTINENTE EN EBULLICIÓN

 

Como movimiento artístico-literario, el Romanticismo presenta un origen, un desarrollo y una conclusión.  Es decir, una historia.  Los investigadores y críticos lo sitúan desde las últimas décadas del siglo XVIII hasta las postrimerías del XIX.  Un siglo, pues, dominado por una corriente que transformó no sólo la actividad literaria, musical y plástica, sino la filosofía y la política y, por supuesto, la vida cotidiana.  Sobre la importancia y la fuerza renovadora de este movimiento, todos los teóricos y los estudiosos se hallan de acuerdo.  En cambio surgen discrepancias con respecto a varios puntos:  lugar de origen del movimiento, cánones o listas de autores propiamente románticos, posición de España ante la irrupción del nuevo estilo.  Hay quienes sitúan en Inglaterra la cuna de esta corriente;  otros optan por Alemania, cuyos poetas del “Sturm und Drang” reivindicaban dos valores fundamentales para el hombre romántico:  la Edad Media y Shakespeare.

 

Francia, es donde el vendaval revolucionario segó las cabezas del antiguo régimen y con ellas, un símbolo del neoclacisismo agonizante.  El paisaje selvático y agreste prevaleció sobre el jardín versallesco, ordenado y geométrico.  El sinfonismo heroico de Beethoven se impuso frente a la pulcritud galante de Haydn y de Mozart.  En forma unánime estallaron el además rebelde y el afán libertador.  Todo convergía para apuntalar el gran cambio y Europa entera se estremecía por obra de una nueva sensibilidad que desembocaría en el llamado “mal del siglo”: melancolía, nostalgia, tedio de la vida, insatisfacción y desconsuelo.[1]

El Romanticismo aparece como fenómeno de alcance europeo que modificó –con mayor o menor celeridad-  la cultura de todos los países de Europa.


 

[1] La influencia de Rousseau resultó decisiva en este período.  Sentimiento de la naturaleza, reivindicación de la interioridad humana, revaloración del lenguaje de las pasiones, espiritualidad, importancia de la libertad y el derecho natural y condena de la vida artificial.